"Los hombres construimos demasiados muros
y no suficientes puentes"
Sir Isaac Newton
Suspendido sobre un río o sobre un abismo, es el elemento que vincula dos orillas, que une dos extremos.
Siendo uno de los sitios más míticos, está presente en las leyendas celtas, los relatos artúricos y en las tradiciones folclóricas emparentadas con ellos, y suele reemplazar la figura del "Barquero", aquel que traslada las almas hacia el otro lado...
La Vía Láctea y el Arco Iris fueron considerados como "Puentes" entre los ámbitos de la existencia.
Como símbolo que une dos aspectos diferentes del ser, es la posibilidad de avanzar hacia un estado diferente de conciencia.
Es el nexo, la única posibilidad de acceso y recorrido, y como tal, se transforma en un obstáculo, una traba a superar.
Si bien se lo puede recorrer en ambas direcciones, solo se lo puede cruzar hacia adelante (hacia el otro lado), sin retroceder, ni mirar atrás, ya que el hacerlo constituye un peligro.
Siempre existe cierto riesgo en el paso de un estado a otro y no todos lo logran; incluso muy pocos lo hacen sin ayuda y por sus propios medios : caballeros, iniciados, héroes.
En la Antigüedad, el acto de "tender un puente" era tan importante que se requería de un ser excepcional : el "Pontifex" (en latín "constructor de puentes"/sacerdote), quién es el que establece la conexión con la "otra orilla", conduce a las almas errantes en su búsqueda de la Eternidad y a los hombres (mediante precisos y secretos "ritos de paso") hacia el otro lado.
Es el nexo, la única posibilidad de acceso y recorrido, y como tal, se transforma en un obstáculo, una traba a superar.
Si bien se lo puede recorrer en ambas direcciones, solo se lo puede cruzar hacia adelante (hacia el otro lado), sin retroceder, ni mirar atrás, ya que el hacerlo constituye un peligro.
Siempre existe cierto riesgo en el paso de un estado a otro y no todos lo logran; incluso muy pocos lo hacen sin ayuda y por sus propios medios : caballeros, iniciados, héroes.
En la Antigüedad, el acto de "tender un puente" era tan importante que se requería de un ser excepcional : el "Pontifex" (en latín "constructor de puentes"/sacerdote), quién es el que establece la conexión con la "otra orilla", conduce a las almas errantes en su búsqueda de la Eternidad y a los hombres (mediante precisos y secretos "ritos de paso") hacia el otro lado.
Algunas obras
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