noviembre 08, 2009

EL JARDIN

"Cuando decimos que un jardín debe conservar el aspecto de la Naturaleza,
no se debe creer que se trata de una copia exacta de las cosas que nos rodean:
un jardín es una obra de arte."
Adolphe Alphand




Ya sea geométrico y ordenado o agreste y sin orden aparente, este trozo de terreno arreglado y cuidado de manera artificial, se asocia con el poder del hombre de domar y domesticar a la naturaleza.









Presente en numerosas culturas, también alude al paraíso terrenal, ese sitio dónde se lleva una vida ideal en concordancia con un estado espiritual elevado cuyo recuerdo siempre evoca la nostalgia de lo perdido.









Así el "Jardín del Edén", del que la humanidad fue expulsada, es descripto como un sitio de vegetación exuberante, cercado y libre de peligros.
En algunos conventos medievales se concebían pequeños y bellos jardines como recordatorio de aquel paradisíaco lugar.









Ya sean italianos, franceses o ingleses, todos poseen un amplio lenguaje simbólico que se refleja no solo en las especies de árboles y flores que lo conforman, sino también en la disposición de las mismas, en los espejos y juegos de agua, en las esculturas y en todo aquello que se agrega a manera de escenario.

En psicología, el jardín puede llegar a ser la imagen de uno mismo y su centro, a veces representado por una fuente o un árbol, el núcleo mismo del alma.




Algunas obras





Frederick Carl Frieseke





Frédéric Bazille





Franz Marc





Willard Leroy Metcalf





Gustave Klimt





Pierre-Auguste Renoir




Edouard Manet





Childe Hassam





Claude Monet



octubre 12, 2009

ARCO IRIS


"Somewhere over the rainbow,
skies are blue,
And the dreams that you dare to dream
really do come true..."
("The Wizard of Oz")








Mágico y misterioso, el arco iris expresa la idea de unión, de relación y de interacción entre el cielo y la tierra.
Considerado el puente de unión entre ambos, se lo asocia con los dioses y representa la comunicación y el vínculo que establecen con los humanos.







Como símbolo de ascensión, es el camino que permite lograr la elevación del espíritu, acceder a estratos superiores y alcanzar la morada de la deidad.







Para el cristianismo es sinónimo del final de la ira divina (luego del diluvio) y refleja una nueva alianza y una nueva oportunidad, bajo este aspecto, el arco iris se relaciona con la renovación y el comienzo de un nuevo ciclo.




Algunas obras que lo representan





Markó Károly





Joseph Wright of Derby




Joseph M. William Turner





John Constable





Frederic Edwin Church





Nikolay Dubovskoy





Arkhip Kuindzhi