"Esos bosques sagrados poblados de árboles de altura inusitada,
donde las ramas espesas, superpuestas hasta el infinito roban la vista del cielo,
el poder de la floresta y su misterio,
la confusión que infunde en nosotros esta sombra profunda que se prolonga en las lontananzas,
¿todo eso no da el sentimiento de que un dios reside en este lugar?".
donde las ramas espesas, superpuestas hasta el infinito roban la vista del cielo,
el poder de la floresta y su misterio,
la confusión que infunde en nosotros esta sombra profunda que se prolonga en las lontananzas,
¿todo eso no da el sentimiento de que un dios reside en este lugar?".
(Séneca - "Cartas a Lucilius")
Oscuro, silencioso, cerrado, sombrío, verdoso, peligroso, desnudo, secreto, son algunas de las imágenes que evoca el término "bosque".
Este espacio simboliza lo desconocido, lo salvaje, la naturaleza indómita que se opone a la seguridad del terreno, la tierra cultivada, el jardín, la naturaleza dominada por la mano del hombre.
En la Antigüedad y en varias culturas, muchos de ellos estaban consagrados a ciertas divinidades y se los consideraba su morada, por lo que revestían el carácter de sagrados.
En numeroso cuentos y leyendas, se lo supone habitado por seres fantásticos (hadas, enanos, gnomos), enigmáticos y en ocasiones peligrosos (brujas, ogros, dragones y demonios). Este espacio simboliza lo desconocido, lo salvaje, la naturaleza indómita que se opone a la seguridad del terreno, la tierra cultivada, el jardín, la naturaleza dominada por la mano del hombre.
Presente en los "ritos de iniciación" es a través de él que el héroe o el caballero, logra "probarse" a si mismo, vencer sus miedos y alcanzar la madurez, enfrentando los peligros que yacen en sus profundidades.
Dual, genera angustia y opresión, pero también alegría y serenidad, es allí donde las personas se refugian, buscando apartarse de la vida mundana, sintiéndose protegidos por poderes superiores.
Para la psicología profunda, el bosque es sinónimo de lo inconsciente; por su oscuridad y su misterio, alude a lo desconocido, a lo que yace latente en las profundidades de la mente y que despierta fobias y temores.
En ocasiones se relaciona con la desorientación que provoca ubicarse ante un terreno amenazador que se duda en pisar; ante ese desconcierto, la luz que suele aparecer en un claro o entre los troncos, se transforma en la esperanza y en la verificación de lo correcto.
Como símbolo femenino es fuente de vida y de regeneración y se lo considera matriz y reserva de fuerzas y energías.
Como símbolo femenino es fuente de vida y de regeneración y se lo considera matriz y reserva de fuerzas y energías.
Algunas obras de Bosques:
Camille Pissarro
Caspar David Friedrich
Kazimir Malevich
Richard Doyle
Meindert Hobbema
Jacob van Ruisdael
Paul Cézanne
Paul Serusier
Pierre Auguste Renoir
Theodor Hagen Waldlandschaft
Thomas Gainsborough