"En vano se tienden redes a aquellos que tienen alas"
Símbolo del vuelo y de la elevación, representan la capacidad de ascensión, de alejarse de lo terrenal y aproximarse a la divinidad o la luz, de dirigirse hacia lo sublime.
Si bien al evocarlas, se piensa automáticamente en las aves, no son exclusivas de estas; seres como genios, ángeles, hadas y espíritus aéreos también las poseen, con lo que se ubican por encima de los seres humanos.
Como todo símbolo, posee dos aspectos: mientras que las alas ligeras y suaves, como de cisne, se relacionan con el aspecto positivo, con seres ideales; las alas correosas, como las del murciélago, son las que les corresponden a los negativos: demonios, dragones y animales fabulosos como el basilisco.
Quimera
(Notre Dame - París)
(Notre Dame - París)
Las alas también aluden a la libertad y a la liberación; al deseo humano de desprenderse de la materia y alcanzar estratos más elevados, al impulso de trascender la condición humana.
Agregarle alas a una figura es investirla de cierta divinidad o de cualidades superiores, como así también de la idea de ligereza y fugacidad: es el caso de las representaciones de Cronos (el Tiempo), la Victoria (Niké), la Fortuna (Tiké) y Hermes/Mercurio, entre otros.
Para el cristianismo son un símbolo constante de la divinidad y la espiritualidad (paloma=espíritu santo) y la trasmiten a aquellos que las poseen, tengan forma humana o animal; son las que permiten elevarse y aproximarse a Dios.
Algunas obras que incluyen Seres Alados:
Raffaello Sanzio
William Adolphe Bouguereau
Lord Frederick Leighton
Odilon Redon
James Herbert Draper
Gustave Doré
Gustave Moreau
Charles Paul Landon
Elisabeth Vigée-Lebrun
Fritz Zuber-Buhler
Gustave Moreau