abril 17, 2010

CENIZAS Y HUMO


"Aquí yacen polvo, cenizas y nada."
(Tumba del Cardenal Barberini - 1631)









Como consecuencia del fuego y de su acción purificadora se generan otros dos elementos de diferente simbolismo.

Las cenizas son lo que resta de aquello que ha sido consumido y, para muchas culturas, guardan y concentran las fuerzas y la esencia de lo que ha sido quemado.

Símbolo de penitencia y de duelo, también lo son de humildad y arrepentimiento.
Aluden a la desintegración de la materia, a lo perecedero de lo terrenal ("Ceniza a la ceniza y polvo al polvo"), a lo efímero de la existencia, por lo que remiten a la idea de muerte.









En su aspecto positivo, son sinónimo de esperanza, de posibilidades de una nueva vida y de rejuvenecimiento.
Así entonces el "Ave Fénix", luego de haber sido purificado por el fuego, renace renovado de entre sus propias cenizas.









La columna de humo que asciende simboliza una vía hacia lo eterno e ilimitado. Vía de escape de lo temporal y espacial, eleva las plegarias (el sacrificio o el homenaje) e invita a la deidad a hacerse presente.









Imagen de las relaciones entre el cielo y la tierra, también simbolizan las almas que, liberadas del cuerpo, ascienden purgadas por el fuego.









Algunas obras




John William Waterhouse





John Collier





Edward Frederick Brewtnall





Axel F. Cederholm





Henry Maynell Rheam





John Charles Dollman
(deta
lle)





Philip James de Loutherbourg