marzo 12, 2011

CORONAS


"Inquieta se encuentra la cabeza
que lleva una corona"

William Shakespeare










De metal, de flores o de espinas; real, papal o de novia el simbolismo de la corona presenta varios aspectos.

Por ubicarse en la cima el cuerpo humano comparte con la cabeza su significado: señala la sede de la autoridad, de la inteligencia y del poder de quién la porta.

Destaca y eleva por encima del resto, marcando una diferencia y legitimándola al vincular al coronado con un estadio superior.

Une en el portador lo terrenal y lo celestial, lo humano y lo divino.









Por su forma circular, habla de perfección y de perdurabilidad; confiere dignidad, realeza e iluminación ya que, toda corona, remite de alguna manera a la corona solar.

Como símbolo de luz interior, la ostenta aquel que a conseguido alcanzar el grado supremo de elevación espiritual que lo acerca a la divinidad.









De significado complejo, pueden ser otorgadas como premio (corona del vencedor), distinción temporal por alguna hazaña (corona del héroe) o marcar la transición a una forma de vida diferente (corona de novia, de difuntos).

Mientras que las coronas de flores pueden considerarse símbolos de lo terrenal, de la vida despreocupada y alegre y de lo efímero; las de espinas se asocian a la penitencia, al castigo y al matirio, y también a la vida eterna y a la resurrección.




Algunas obras





William-Adolphe Bouguereau





Gaston Bussière





Alonso Cano





Frank Cadogan Cowper





El Greco





Edmund Blair Leighton





Bartolomé Esteban Murillo





Fernand Khnopff





Pietro Perugino





Sir Lawrence Alma-Tadema





Giovanni Battista Tiepolo





Franz Xaver Winterhalter