diciembre 15, 2007

DICIEMBRE

Si existe un mes cargado de símbolos, al menos para la civilización Occidental, es el que corresponde al último del año.

Más allá de las connotaciones religiosas que, para algunos, tienen cada uno de los elementos que se asocian a esta época, su verdadero significado es mucho más profundo y anterior a la llamada "Era Cristiana".

También cabe mencionar que todas estas tradiciones provienen del hemisferio norte, por lo que, aplicadas al hemisferio sur, suelen perder el sentido original.



El Árbol de Navidad







Considerado un símbolo cristiano, en realidad, está ligado a tradiciones germánicas y escandinavas.

En él se conserva un resto de la antigua religión de la naturaleza, el culto a los árboles. Adornarlo con frutas y elementos diversos (que, en nuestros días, se reemplazaron con globos y luces) auguraba un renacer, una esperanza de "florecimiento" en pleno invierno.

El pino, siempre verde y de follaje perenne, aún en la estación fría, es asociado con lo eterno y lo inmortal; por ello alude a Cristo y por su forma triangular, a la Trinidad.

Iluminado, (en un principio con velas
), se transforma en un verdadero "Árbol de la Vida"; para el paganismo remite a fiestas solsticiales y a ritos de regeneración de la luz; para el cristianismo, simboliza a Jesús, "Yo soy la Luz del Mundo".



Velas







En el contexto de la celebración del "Solsticio de Invierno", (recordemos que, siempre hablando del hemisferio norte, se produce el día más corto y la noche más larga, a partir de la cual los días vuelven a prolongarse), cobran un enorme significado simbólico; son las protagonistas de una verdadera "fiesta de luz".

Representan el triunfo del día sobre la noche, el bien sobre el mal, la luz sobre las tinieblas; la fuerza de lo positivo y de la esperanza por encima de la adversidad.

Encender una vela es participar del misterio de la luz y de la magia de verla cobrar vida ante nuestros ojos; quizás por ello, su luz cálida y tenue sigue estando presente en tantos y tan diversos momentos de nuestras vidas.


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