febrero 27, 2009

ESCALERAS


"La escalera que sube a un desván, siempre sube y nunca baja,
igual que siempre baja y nunca sube, la de un sótano."
Gastón Bachelard









Símbolo de la unión entre el cielo y la tierra, hace referencia a la posibilidad de ascender, de subir, de acceder a otros niveles o estratos pero siempre en forma gradual y paulatina.

Como vía de doble comunicación, también evoca la idea del movimiento, del fluir, del intercambio entre el arriba y el abajo.

Al igual que la escala, es el punto que relaciona lo alto con lo bajo, lo superior con lo inferior, permitiendo la elevación, dando idea de progreso, de avance, de superación.

Para el Cristianismo alude siempre a la subida del hombre hacia el Reino de Dios, como un viaje que emprende desde la oscuridad terrenal hacia la luz espiritual, pero de manera progresiva, escalón tras escalón, venciendo los obstáculos que se le presentan a cada paso y en cada recodo.









Vista como un camino a la sabiduría, la escalera elevada al cielo habla del conocimiento exotérico, consciente y divino, mientras que la que desciende a la tierra es la del conocimiento esotérico, de lo oculto y de lo inconsciente.

Símbolo ascensional también designa la elevación integral del individuo, el medio por el que el ser sube y se supera.
Para M. Eliade simboliza "la transcendencia de la vocación humana y la penetración en niveles cósmicos diferentes."

En forma de espiral, es sinónimo de un ascenso totalmente apoyado y enfocado en un punto central, que se transforma en meta a alcanzar.









En su aspecto negativo la escalera genera miedo, temores, angustias y se transforma en su opuesto; opera como un medio de regresión, de descenso, de caída a tierra; como enlace entre los 3 reinos cósmicos (superior, medio, inferior) puede incluso, llegar hasta las oscuras profundidades del infra-mundo y a lo que, se crea, se oculte en él.




Algunos ejemplos de obras con escaleras





Adolf Von Menzel





Marcel Duchamp





Edward Burne Jones





Paul Delvaux





Helen Allingham





M. C. Escher





John Singer Sargent





Lèon Spilliaert




Rembrandt Van Rijn





Kay Sage





Xul Solar





febrero 12, 2009

SOL


"Es un hecho que en la vida,
el bien es una luz situada a una altura tan grande
que parece natural no poder alcanzarlo...
Si la luz es el símbolo del bien, de lo bello, de lo verdadero,
la fuente luminosa por excelencia - el Sol - solo podrá ser Dios."
(Vincent Van Gogh)









Fuente de vida, su simbolismo es variado y universal.
Como principio masculino se lo asocia con el día, el calor, el fuego, la autoridad, el padre, la dominación, la vitalidad, la fuerza, el poder, etc. y resulta opuesto a la Luna.









Considerado centro del Universo, adquiere características de dios del cielo y de rey de los astros, situándose por encima de todo.

Es este aspecto el que fue tomado por muchos soberanos de distintas civilizaciones que se consideraron representantes de él y, en su nombre, reinaron sobre la tierra con muchas de sus cualidades: omnipotencia, omnipresencia, eternidad.

Como "destructor de las tinieblas", es símbolo de la inteligencia, del conocimiento y la sabiduría que destierra la oscuridad de la ignorancia.

Su ubicación central, lo relaciona con la idea del corazón, centro del individuo y sede de las pasiones y sentimientos ardientes.

Transmite noción de origen, unidad, principio así como de lugar de privilegio indiscutible.








Todo lo anterior, sumado a la idea de "muerte-resurrección" e inmortalidad, dio como resultado que el cristianismo viera en él, el símbolo de Jesús.

El oro, el color amarillo (y en ocasiones el anaranjado), el águila, el león, el girasol suelen aparecer representando al principio solar.

Su parte negativa hace alusión a su naturaleza destructiva: el exceso de calor y de radiación origina fuego, sequía y muerte; un desborde de energía (poder, fuerza, etc.) manifiesta su aspecto agresivo en guerras, enfrentamientos, peleas así como en la cólera y la ira.




Algunas obras que lo incluyen





Ivan Aivazovsky




Claude Monet





Winslow Homer




Claude Lorraine




Thomas Cole





Ury Lesser





Ivan Aivazovsky




Edward Moran




Ferdinand Du Puigaudeau




Albert Bierstadt





Antoine Caron